5 de Mayo del 2024
¿Sabías que, 1 de cada 3 enfermedades diarreicas y 1 de cada 5 infecciones respiratorias puede prevenirse con una correcta higiene de manos?
La higiene de manos salva millones de vidas cada año realizándose en el momento adecuado y de manera correcta durante la prestación de atención de salud; prevenir una infección y su propagación puede tener enormes beneficios para reducir el sufrimiento humano y la pérdida de vidas.
La OMS cree que ninguna persona que reciba o brinde atención de salud debe estar expuesta al riesgo de ser dañada por una infección prevenible. La higiene y limpieza de las manos dignifican y son una señal de respeto a las personas que buscan atención de salud y facilitan el trabajo de quien la entrega.
Es de suma importancia tener en cuenta esta medida para así evitar la transmisión de gérmenes perjudiciales e infecciones asociadas a la atención sanitaria que se encuentran entre los eventos adversos más frecuentes, estas infecciones dañan a los pacientes, visitantes y trabajadores de la salud.
¿Cómo podemos realizar una correcta higiene de manos?
Para realizar una adecuada higiene de manos con agua y jabón es importante seguir los siguientes pasos:
- Mójese las manos con agua, cierre el grifo y enjabónese las manos.
- Frótese las manos con el jabón hasta lograr que se haga espuma. Frótese por el dorso y palma de las manos, entre los dedos y debajo de las uñas durante 40 – 60 segundos.
- Enjuáguese bien las manos con agua.
- Secarlas con una toalla.
- Cierre el grifo con la misma toalla o con un papel (las manos están limpias y si tocamos el grifo nos podemos volver a contaminar).
- En el caso que utilicemos soluciones hidroalcohólicas:
- Aplíquese el gel/solución en la palma de la mano.
- Frótese las manos por el dorso y palma de las manos, entre los dedos 30 – 40 segundos hasta que estén secas.
¿Cuándo debemos realizar la higiene de manos?
Hay muchas situaciones en las que deberíamos realizar la higiene de manos, por ejemplo:
- Después de ir al baño
- Antes y después de comer
- Después de tocar animales o mascotas
- Después de estar en contacto con residuos u objetos/superficies sucias
- Después de toser o estornudar
- Tocar superficies fuera de nuestro entorno sobre todo si suponemos que puedan estar contaminadas
- Antes y después de cuidar a una persona
- Si llevamos guantes, antes y después de su retirada
- Después de utilizar el transporte público
- Al ir al supermercado y cuando volvamos de la calle
- Y siempre que tengas las manos visiblemente sucias
Fuentes: OPS, MSP, SCIELO.